Según informa la televisión mexicana, TV Azteca, la Policía mexicana ha dado por finalizado el secuestro del Boeing 737 que aterrizó en el aeropuerto de Ciudad de México. Siete personas han sido detenidas después de que los cerca de los 100 pasajeros abandonaron la aeronave previamente y escoltados por los agentes del operativo de seguridad puesto en marcha en el aeropuerto. El Ministro de Transporte mexicano ha dicho que la situación está bajo control y ha confirmado que los secuestradores no tenían explosivos con ellos.
A las 13.40 (siete horas más en la península), un Boeing 737 operado por Aeroméxico y procedente de Cancún aterrizó en el aeropuerto internacional de Ciudad de México con la alarma de secuestro activada. Según las primeras informaciones, dos o tres individuos amenazaron con hacer estallar el avión si no eran atendidos por el presidente de la República, Felipe Calderón.
Al parecer, los secuestradores, que no lograron acceder a la cabina del piloto porque se encontraba sellada como medida de seguridad ante este tipo de incidentes, pidieron en un principio a la tripulación que la aeronave diese tres vueltas por el espacio aéreo del Distrito Federal. El comandante del vuelo 576 se negó alegando falta de combustible.
Nada más aterrizar en el aeropuerto, el avión fue rodeado por unidades de élite de la Policía Federal y de la secretaría de Marina. Se da la circunstancia de que, a la misma hora en que tomó tierra el avión secuestrado, en el hangar presidencial del aeropuerto se esperaba la llegada del presidente Felipe Calderón, quien tenía que partir hacia Campeche para iniciar una gira de trabajo.
A las 13.40 (siete horas más en la península), un Boeing 737 operado por Aeroméxico y procedente de Cancún aterrizó en el aeropuerto internacional de Ciudad de México con la alarma de secuestro activada. Según las primeras informaciones, dos o tres individuos amenazaron con hacer estallar el avión si no eran atendidos por el presidente de la República, Felipe Calderón.
Al parecer, los secuestradores, que no lograron acceder a la cabina del piloto porque se encontraba sellada como medida de seguridad ante este tipo de incidentes, pidieron en un principio a la tripulación que la aeronave diese tres vueltas por el espacio aéreo del Distrito Federal. El comandante del vuelo 576 se negó alegando falta de combustible.
Nada más aterrizar en el aeropuerto, el avión fue rodeado por unidades de élite de la Policía Federal y de la secretaría de Marina. Se da la circunstancia de que, a la misma hora en que tomó tierra el avión secuestrado, en el hangar presidencial del aeropuerto se esperaba la llegada del presidente Felipe Calderón, quien tenía que partir hacia Campeche para iniciar una gira de trabajo.
Desde hace 37 años no se producía un secuestro de un avión en México. En noviembre de 1972, una aeronave de mexicana fue secuestrada por miembros de la Liga Comunista Armada, que pedían la liberación de 5 guerrilleros a cambio de los pasajeros. Se accedió a su petición y los secuestradores trasladaron el avión a Cuba, donde pidieron asilo y se les concedió.
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